Continuamos con nuestra lista de gatos de pelo corto:
Burmés
El Bumés es una antigua raza proveniente de Birmania. Se trata de un gato muy sociable y cariñoso. de ahí el merecido sobrenombre de "gato de compañía". Se dice que su personalidad es comparable a la de un perro, ya que le encanta vivir en familia y no le gusta que lo dejen solo mucho tiempo.
Tipo: Elegante y atlético.
Cabeza: Corto triangulo romo, con cráneo ancho; pómulos salientes; mentón pronunciado.
Ojos: Muy separados, expresivos, vivaces, luminosos, color: preferiblemente amarillo dorado.
Cuerpo: De talla mediana, musculoso, compacto, redondeado, sólida estructura ósea.
Cola: Recta, moderadamente larga.
Pelaje: Muy corto, fino, sedoso, brillante, pegado al cuerpo, casi sin pelusa.
Colores: Marrón, azul, chocolate, lila, rojo, crema, tortuga (seal, azul, chocolate, lila); en todos los colores es deseable una pigmentación máxima (el color más oscuro) en los points y atenuada en el vientre.
Origen
Existen numerosas leyendas del siglo XV que relacionan a este gato con el que existía en los monasterios birmanios, aunque estaba muy difundido también por Tailandia. Ya en nuestros días, todo apunta a que la primera gata Burmés, la trajo a San Francisco (USA) un psiquiatra procedente de Birmania y empezó a trabajar en los primeros apareamientos para depurar la especie. La raza quedó oficialmente reconocida hacia los años 50, tanto en USA como en Europa.
Comportamiento
Es un gato curioso e inteligente. Posee un carácter encantador, juguetón y comunicativo aunque un poco vocalizador. Disfruta mucho de la compañía humana, reclamará su dosis diaria de juegos y mimos. Perfecto para la convivencia con niños y otros animales.
Aspecto
Es un gato mediano; musculoso y compacto. La cabeza es redondeada, de pómulos salientes. Los ojos muy separados y expresivos, preferiblemente en color dorado. Su pelo es corto y brillante, de textura sedosa. Los colores admitidos son: marrón, azul, chocolate, lila, rojo, crema y tortugas. La pigmentación debe ser máxima en los points y atenuada en el vientre.
Cuidados específicos
El Burmés no necesita una atención demasiado meticulosa, bastaría con cepillarlo de vez en cuando para evitar la acumulación de pelo muerto.
Burmilla
El término Burmilla, como se puede deducir, proviene de la combinación lingüística de Burmés y de Persa Chinchilla, las razas de las que procede. El gato plateado, como se le suele denominar, goza de gran popularidad, aunque la raza, en sus inicios, contó con serios obstáculos por motivos genéricos.
Tipo: Elegante, tamaño medio.
Cabeza: Cara ancha que se afina para formar un triangulo corto y romo, contornos suaves redondeados, orejas medianas o grandes, bien separadas y ligeramente inclinadas hacia delante.
Ojos: Grandes, luminosos, expresivos, verdes enmarcados en negro.
Cuerpo: Moderadamente alargado, compacto y musculoso, patas fuertes.
Cola: Recta, moderadamente larga, punta ligeramente redondeada.
Pelaje: Corto, fino, brillante, textura sedosa.
Colores: Color de base silver shaded o silver shell con tipping (sólo en el extremo del pelo tienes color) de los colores: negro, azul, chocolate, lila, canela, rojo, crema. La espalda, máscara y cola son más oscuras que el vientre.
Origen
La raza se origino fortuitamente en Reino Unido, fruto dele cruce entre un Persa chinchilla y una gata Burmés lila. La raza fue registrada por la CA (Cat Association of Britain) en 1983, aunque hasta 1994 no la reconoció oficialmente la FIFe (Federación Internacional Felina).
Comportamiento
El Burmilla es un gato tranquilo e inteligente. Posee un carácter afectuoso y juguetón, ideal para la convivencia con niños y otros animales. Buena adaptabilidad a entornos interiores aunque también les agradan las escapadas al exterior.
Aspecto
El Burmilla es un gato mediano de apariencia compacta. Patas fuertes, las traseras ligeramente más largas que las delanteras. La cabeza es redondeada, de mejillas anchas. Los ojos deben ser verdes y enmarcados en negro. Su pelo es corto y brillante, de textura sedosa. Los colores admitidos son; de base blanco o plata, con los colores; negro, azul, chocolate, lila, canela, rojo y crema.
Cuidados específicos
El Burmilla no necesita una atención demasiado meticulosa, bastaría con cepillarlo de vez en cuando para evitar la acumulación de pelo muerto.
Cartujo
El Cartujo en castellano, o popularmente conocido internacionalmente como Chartreux, es un gato corpulento y tranquilo con un inconfundible manto azul. Esta raza, aunque posee unos rasgos concretos y diferenciadores, suele confundirse a menudo con la otra raza de gatos azules, el blue british shorthair. La principal diferencia entre ellos se encuentra en la forma de la cabeza, la nariz y los ojos. La cabeza del británico azul tiene una apariencia redonda, mientras que el cartujo presenta una forma más angulosa, como de trapecio invertido. En cuanto a la nariz, la del Chartreux es recta y la del británico azul sin embargo, posee una suave depresión que le da un aspecto respingón. Respecto a los ojos, los del Cartujo son ligeramente inclinados por el extremo exterior mientras que los del blue british shorthair son completamente redondos.
Tipo: Grande, pesado, compacto.
Cabeza: Grande, compacta y redondeada, no esférica, en forma de trapecio invertido. Nariz ancha y recta. Orejas medias en altura y a lo ancho, aspecto alerta.
Ojos: Grandes, redondos, muy abiertos, con el ángulo exterior ligeramente elevado, color desde el amarillo al cobre intenso.
Cuerpo: Robusto, hombro y pecho anchos, estructura ósea fuerte, masa muscular sólida.
Cola: Media, gruesa en la base y afinándose hacia el extremo, punta redondeada.
Pelaje: Corto, denso, de textura firme y afelpada, pelusa lanosa abundante.
Colores: Azul, desde el azul-gris, hasta el oscuro azul-pizarra.
Origen
Una de las teorías de su origen es la que sostiene que el Chartreux podría descender del gato de Siria, habitante de las regiones montañosas de Turquía e Irán y que podría haber llegado hasta Francia por mar, a bordo de los numerosos navíos mercantes.
Sin embargo, nadie puede dudar de que se trata de una raza afincada en Francia desde hace cientos de años. En el siglo XVIII su piel era utilizada por peleteros, hay constancia de criaderos de Cartujo para el abastecimiento de los propios peleteros. Hasta el siglo XX no se le considera únicamente como animal de compañía. En 1939 se redactó el primer estándar de la raza y en 1977 se le decretó como raza única y dejó de permitirse el cruce con otras razas, especialmente con el británico azul. En la actualidad el Chartreux es una raza conocida por las principales asociaciones felinas internacionales: FIFe, CFA y TICA.
Comportamiento
El Cartujo es un gato familiar y afectuoso, se lleva muy bien con los niños, permite las caricias aunque respetando sus momentos de independencia. Es un gato juguetón y cazador nato, durante el juego mostrará vivamente sus buenas dotes. Tiene carácter tranquilo e independiente y es muy poco maullador. Se adapta bien a vivir en un piso aunque agradecerá las escapadas al jardín.
Aspecto
El Chartreux es un gato grande y macizo, especialmente los machos. La cabeza es en forma de trapecio invertido pero con líneas muy suaves. Sus ojos son redondeados con el ángulo exterior ligeramente elevado, el color va desde el amarillo hasta el cobre intenso, sin rastro de verde o tonos diluidos. El pelaje es lustroso y tupido con una pelusa abundante y ligeramente lanosa. Se admiten todas las tonalidades de azul, desde el azul-gris claro hasta el oscuro, el azul-pizarra.
Cuidados específicos
El Cartujo no necesita una atención demasiado meticulosa, por su pelaje corto, bastaría con cepillarlo una vez a la semana con una carda para evitar la acumulación de pelo muerto. También hay que prestar atención a la limpieza de sus oídos ya que segregan más cerumen que otras razas.
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